jueves, 21 de mayo de 2015

ESPERANZA FRENTE AL ALZHEIMER

Esperanza frente al alzheimer

A pesar de que numerosos observadores, incluido el que les escribe, se mostraban preocupados por el auge del alzheimer, nuevas cifras señalan la indiscutible y espectacular disminución de la incidencia de esta enfermedad.

La epidemia de alzheimer que temían los científicos no se está produciendo. Así es: la demencia senil y el alzheimer afectan a las nuevas generaciones que superan los 65 años en menor medida que a sus mayores.

Los científicos están estudiando las razones que explican este hecho. En el texto de hoy usted va a descubrir qué puede hacer para beneficiarse también de estos descubrimientos y entrar a formar parte de la categoría de personas protegidas frente al alzheimer.

La epidemia retrocede

Hasta los primeros años del siglo XXI, los científicos creían que las distintas clases de demencia senil, de las que el alzheimer es la más común, se debían inevitablemente al envejecimiento.

Cuanto más envejeciese la población, más personas afectadas por el alzheimer habría, tan sencillo como eso. Ésta era la visión tradicional de la medicina.

Es muy poco habitual que aparezca alzheimer antes de los 60 años. Entre los 60 y los 70 años, queda limitado al 1% de la población. Sin embargo, el riesgo aumenta considerablemente a partir de ese momento, y así, el alzheimer afecta al 5% de las personas de entre 70 y 80 años, y las cifras son todavía mayores pasados los 80.

Por ello, los científicos preveían que el número de enfermos de alzheimer se iba a triplicar de aquí al año 2050 a nivel mundial, con unas consecuencias devastadoras para el ser humano.

Es una de las pruebas más dolorosas que existen para el entorno de la persona enferma: asistir con impotencia a la desaparición de los recuerdos, el cambio en la forma de ser y el deterioro de las capacidades mentales de un ser querido, y todo ello acompañado a menudo de episodios de depresión grave y crisis de demencia, y así hasta que el paciente fallece. Y por si fuera poco, el gasto anual en cuidados para un enfermo de alzheimer es altísimo, pues los pacientes necesitan atención constante.

El apocalipsis, ¿para cuándo?

Por suerte, el apocalipsis vaticinado no ha llegado. Según las previsiones realizadas en 1994, en el año 2013 tendría que haber habido en Inglaterra 900.000 personas afectadas por la demencia, pero lo cierto es que no ha sido así. Un estudio realizado por la Universidad de Cambridge y publicado en la revista médica The Lancet muestra que, a pesar del envejecimiento de la población, la cifra apenas se ha incrementado. (1)

Otro estudio llevado a cabo en Dinamarca y publicado en el mismo número de The Lancet confirma estos resultados: la generación de aquellos nacidos en 1915 resiste mejor a las enfermedades mentales que la de 1905.

¿Cuál es el secreto para que las nuevas generaciones resistan mejor que sus antecesores al deterioro cognitivo?

Un cerebro más ejercitado

No siempre me verá alabar el uso de ordenadores, smartphones y demás aparatos electrónicos, pero la verdad es que la invasión multimedia que se ha producido en nuestras vidas hace que nuestro cerebro esté mucho más estimulado que hace cincuenta años.

Desde hace tiempo sabemos que actividades como tocar un instrumento musical, hacer crucigramas o jugar a las cartas mantienen en forma al cerebro y permiten luchar contra la demencia y el alzheimer, al igual que aprender una lengua extranjera.

Además, en los últimos 25 años los científicos han observado que las personas que ejercen profesiones intelectuales muy exigentes se ven menos afectadas por el alzheimer. Por último, las personas que llevan una vida social activa, que estimula el cerebro, conservan durante más tiempo sus facultades mentales.

La conclusión que usted debe sacar es que le interesa mantenerse activo al máximo: cuanto más utilice el cerebro, más tiempo seguirá funcionando. Y los juegos “para entrenar al cerebro” de los aparatos electrónicos pueden encajar perfectamente en su estrategia para ello, del mismo modo que lo podría ser mantenerse activo intelectualmente leyendo información interesante a través de internet.

Unos buenos vasos sanguíneos

Pero para conservar unas facultades mentales óptimas también resulta fundamental que la sangre llegue bien al cerebro. Ahora bien, esto sólo ocurre cuando los vasos sanguíneos se encuentran sanos y son resistentes.

Esto se consigue llevando un estilo de vida saludable, evitando el tabaco y tomando mucha verdura fresca y de todos los colores, rica en antioxidantes, así como también gran cantidad de frutos rojos y negros y generosos aportes de grasas de tipo omega-3 (presente en el pescado azul de agua fría, las nueces y la verdolaga, entre otros); y también reduciendo el consumo de ácidos grasos omega-6 proinflamatorios (presentes por ejemplo en el aceite de maíz y de girasol).

Además, seguir una dieta de este tipo disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares porque, como es evidente, las arterias están mejor protegidas. Lo que es bueno para el corazón también es bueno para el cerebro.

Sin embargo, el peor enemigo de los vasos sanguíneos sigue siendo el azúcar. Las personas que sufren diabetes corren el riesgo de quedarse ciegas y hasta de sufrir amputaciones. ¿Por qué? Porque la diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no consigue regular la cantidad de azúcar en la sangre. Un nivel excesivo de glucosa en la sangre acaba con los pequeños vasos, los capilares, ya que son extremadamente finos. Los capilares irrigan el fondo de ojo, y bajo el efecto del azúcar se estrechan, se obstruyen y dejan escapar líquidos; y de ahí los problemas de ceguera.

Pero los capilares también resultan fundamentales para todos los órganos y, en especial, para el cerebro.

La dieta rica en hidratos de carbono propicia el desarrollo de la diabetes. Por ejemplo, influye el consumo de cereales (incluidos los integrales), porque aunque no tengan un sabor dulce se transforman en azúcar en el intestino y hacen que tras su ingesta se incremente rápidamente el nivel de azúcar en la sangre.

Los nutrientes esenciales

Para mejorar aún más el funcionamiento del cerebro, los mejores nutrientes son las vitaminas C y E, que tienen un efecto antioxidante, la vitamina B y en concreto el ácido fólico (vitamina B9) y los ácidos grasos omega-3 de los que ya le he hablado.

La dieta mediterránea aporta una gran cantidad de estos nutrientes, al ser rica en verdura fresca, fruta, pescado y aceite de oliva, y pobre en carne roja y alimentos industriales transformados.

Por este motivo, y debido a que se está abandonando la dieta mediterránea, existe el temor de que se invierta el actual descenso de enfermedades mentales vivido por las nuevas generaciones de personas mayores en comparación con sus antecesores.

Y es que las generaciones de la posguerra tienden a tomar muchísima más comida basura (galletas, dulces, patatas fritas, refrescos, frituras) y a sufrir obesidad y diabetes, lo que aumenta el riesgo de padecer demencia senil.

Tampoco está claro en absoluto que los aparatos electrónicos que empujan al sedentarismo (una forma fina de decir “estar tirado en el sofá”) sean a largo plazo tan buenos para el cerebro.

En cualquier caso y en lo que a mí respecta, le recomiendo encarecidamente que, para estimular el cerebro, opte por darse un buen paseo con un amigo, amenizado por una fascinante conversación, antes que jugar una partida a los videojuegos.

¡A su salud!

Juan-M Dupuis


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Fuentes:
  1. (1) The Lancet, vol. 382, página 1405/UK MRC.

martes, 24 de febrero de 2015

Los Sentidos, una ventana al interior.

http://cuidadores.unir.net/informacion/premios-supercuidadores-2015/relatos-cuidadores/366-los-sentidos-una-ventana-al-interior

lunes, 15 de diciembre de 2014

DISEÑO DE UN PROGRAMA DE PSICOESTIMULACIÓN EN EL DOMICILIO


 Y llegamos a la 5ª Masterclass del "Programa Psicoafectivo".

Una vez que hemos aprendido a: gestionar nuestras emociones (Masterclass 1); algunas habilidades psicológicas para mejorar el contacto y la relación con nuestro familiar (MC 2); hemos aprendido a desarrollar nuestra Atención Plena al Presente (MC 3) y hemos desarrollado nuestra capacidad resiliente (MC 4)...Podemos pasar a aprender algunas técnicas para estimular a nuestro ser querido en nuestra casa. Espero que esta Masterclass, en particular, os sea útil y, que en general el programa Psicoafectivo aquí propuesto, os haya aportado herramientas, no sólo para prevenir el "síndrome de Burnout", sino para mejorar vuestra satisfacción vital en el cuidado de vuestro familiar, tanto como su bienestar.


http://cuidadores.unir.net/masterclass/clases-en-directo/masterclass-introduccion-a-un-programa-de-psicoestimulacion-detalle

miércoles, 10 de diciembre de 2014

¿Quieres transformar las dificultades en ejercicios de aprendizaje?


 En esta Masterclass tomaremos contacto con nuestra capacidad resiliente, con el fin de desarrollarla. La resiliencia, en el ámbito psicológico, está tomando fuerza como capacidad potencial para salir reforzados de las dificultades. Todo un ejercicio de superación, dedicar un tiempo para aprender más de esta capacidad psicológica que todos podemos desarrollar.

http://cuidadores.unir.net/masterclass/clases-en-directo/masterclass-desarrollo-de-la-capacidad-de-resiliencia-detalle

jueves, 30 de octubre de 2014

Programa Psicoafectivo. 5 Masterclass On-Line.

El Programa Psicoafectivo es una propuesta para estrechar los lazos afectivos con nuestro familiar con demencia; al tiempo que aprendemos herramientas psicológicas propias, para nuestro día a día.

Curso on-line. 5 Masterclass que nos ayudarán a atender las necesidades psicoafectivas de nuestro ser querido. Psicología Activa y Unir Cuidadores.

Aprenderemos a gestionar emociones, a vivir centrados en el presente, a prevenir el síndrome del burn-out, algunas habilidades psicológicas y pequeñas pautas para estimular cognitiva y afectivamente en el domicilio.


http://cuidadores.unir.net/masterclass/clases-en-directo/masterclass-gesti%C3%B3n-de-las-emociones-detalle


miércoles, 2 de abril de 2014

MEMORIA



MI AMIgA AUsENTE

Mi amiga,
esa que me acompañó toda la vida,
Mi compañera…la que me decía
quien era

Ella, que guardaba cada momento
para que yo lo recordara, y
si me emocionaba, le dedicaba un lugar especial en mi alma,

a veces emociones buenas, otras
no tan sanas,
pero ella siempre me recordaba
 dónde estaba

¿Por qué te fuiste compañera?
Sin ti no soy nada… o…

¿quizá te fuiste para no recordar lo vivido?
Y ahora pueda ser yo mismo

Ahora vivo cada día como si fuera único,
sin pensar en el pasado o en el futuro
Hoy mi presente es mi destino..
ya que TÚ, MEMORIA, me abandonaste en el camino
ahora vivo, siento y respiro aunque no te tenga a ti
Para recordar de dónde he venido.

                                                                                                 Elena Cárdenas

martes, 1 de octubre de 2013

Cómo acompañar a una persona con Alzheimer durante un Delirio.



La enfermedad de Alzheimer,  a medida que avanza,  puede presentar alteraciones de conducta como delirios y/o alucinaciones. En las alucinaciones la persona oye, ve, huele, percibe o saborea algo irreal. Los delirios son creencias falsas que la persona siente y piensa que son ciertas. 

La persona con Alzheimer puede sentir, de pronto, que alguien le está robando o que le ataca, que le persiguen, o incluso que su familiar más cercano es alguien que le va a hacer daño, y ellos lo viven como real. Ante este hecho el familiar no sabe qué hacer, la desesperación y la tristeza le invaden al comprobar que su ser querido no sólo no le reconoce,  sino que además puede sentir que es un “impostor”.

Como es natural la tendencia desmoralizada del familiar es intentar llevarle a su realidad, haciéndole ver o convenciéndole que lo que él siente no está ocurriendo en realidad, ya que la preocupación del familiar es que su ser querido está empeorando y quiere llevarle a su realidad en un intento desesperado de recuperarle. Estos intentos suelen ser infructuosos,  pues la persona con Alzheimer tiene alterada su capacidad de juicio y razonamiento. Ante esta reacción el enfermo se pone más ansioso pues él lo está viviendo realmente y siente que nadie le ayuda, se siente desprotegido pues un delirio para ellos es tan real como para nosotros nuestra realidad. 

¿Te has preguntado alguna vez cómo te sentirías si experimentases que alguien entra en tú casa para robarte, tú lo estás viendo y tu entorno familiar no hace nada y te dice que eso no está ocurriendo? Cuanto menos sentirías miedo, ansiedad y desconfianza, ¿verdad? Y probablemente reaccionarías con agresividad y defensa.
El objetivo terapéutico principal en este momento es reducir la ansiedad que nuestro ser querido está viviendo,  y para eso nosotros debemos aprender a gestionar nuestras emociones, para poder sostener, guiar y proteger a la persona con demencia.

Es adecuado,  por tanto,  “unirse” a él/ella, (si tiene el delirio contigo es mejor intervenga otra persona si es posible) vivirlo con él, escucharle, dar un pequeño espacio a su emoción y a continuación hacer prácticamente lo que haríamos si estuviera ocurriendo realmente, pero sin ansiedad ya que sabemos que no es real y lo que buscamos es la tranquilidad de nuestro familiar. Por ello daremos primero un espacio para esas emociones que está viviendo, le escucharemos y después le daremos la protección necesaria, llevando a cabo acciones como por ejemplo revisar la casa o cualquier otra acción de protección y empatía relacionada con su delirio. 

No debemos olvidar que lo que buscamos es transmitirle que,  sea lo que sea que esté viviendo, tenemos recursos para afrontar la situación y sobre todo que están a salvo, por tanto ante esta situación no debemos preocuparnos por si le estamos “mintiendo”. Poco a poco iremos derivando la situación hacia la normalidad, cambiándole la atención hacia otro tema en cuanto sea posible, por ejemplo cantándole una canción que reconozca y le guste o utilizando el sentido del humor.

miércoles, 3 de julio de 2013

Comunicación afectiva y Comunicación No Verbal




Desde mi punto de vista uno de los focos principales del sufrimiento del familiar y de la persona con demencia se debe a la ruptura relacional que se produce,  como consecuencia de las limitaciones de la enfermedad neurodegenerativa. Esa ruptura relacional está sustentada por un Deterioro Cognitivo Grave que impide la comunicación y por tanto la interrelación. Es necesario fomentar la comunicación afectiva, ayudar al familiar a desarrollar sentidos ricos, abiertos y flexibles,  ya que  los ojos, las orejas,  que ven y escuchan más allá,  pasan de ser sentidos a ser herramientas psíquicas. 

Cuando hablo de Comunicación afectiva, me refiero a toda gama de expresiones basadas en sentimientos y emociones,  que responden a la necesidad de una persona de comunicarse y de recibir contacto. En este caso estaría enmarcada dentro del campo de la Comunicación No Verbal (C.N.V.) y se hace imprescindible cuando la persona con la que queremos comunicarnos presenta Demencia Avanzada.

La C.N.V. a menudo requiere de una observación atenta, minuciosa y especializada para su percepción. Es importante tener en cuenta el contacto visual, el tono con el que hablamos, la expresión corporal y la proximidad física así como la diversidad de las personas, por lo tanto debemos estar atentos a las manifestaciones de nuestro familiar,  su personalidad, condición física o estado anímico,  en el momento de la psicoestimulación, para ajustar nuestros ritmos de comunicación.

La comunicación afectiva es un factor potenciador en la estimulación de la persona con demencia, mejora la autoestima, proporciona sentimiento de identidad, favorece la empatía. Por lo tanto,  comunicarnos con afecto, armonía, respeto, paciencia, atención consciente en el presente, caricia, responsabilidad  y amor son valores que sin duda enriquecen la comunicación, especialmente cuando la persona vive una desconexión de su entorno.