ELECCIÓN
DE UN CENTRO RESIDENCIAL.
Cuando nuestro padre o madre con enfermedad de Alzheimer
u otra demencia necesitan atención específica y cuidados, que en casa es
difícil proporcionar debido a su patología de base, se hace necesaria tomar una decisión. Este tipo de decisión
es sin duda complicada, debido a múltiples factores emocionales, o por desacuerdo
entre los integrantes de la familia. El sentimiento
de culpa a menudo bloquea el tomar la decisión más adecuada para nuestro
ser querido.
Es importante tener en cuenta que si el cuidador/a
presenta síndrome del burn-out, no podrá cuidar adecuadamente de la persona
con demencia, el desgaste puede afectar a todo su entorno. Además no siempre en
casa se tienen los recursos adecuados para cubrir sus necesidades (sobre todo
en fases avanzadas). Ser objetivos y comprensivos ante este hecho nos permitirá
seguir los pasos adecuados para hacer de esta situación un acontecimiento vital
menos traumático.
Hoy en día existen Centros
de Mayores especialistas en atención a demencias y sensibles a las
necesidades de nuestro familiar, si bien es necesario un exhaustivo estudio del
que va a ser su “nuevo hogar”.
En principio es importante evaluar los centros para mayores, cercanos al núcleo familiar con el fin de maximizar el contacto y las visitas con la persona afectada. Entre los aspectos a tener en cuenta, es importante valorar la capacidad de ocupación de los centros, y los servicios de los que disponen, ya que si bien los grandes centros poseen Equipos de Terapias No Farmacológicas (tan importantes para ralentizar la enfermedad), por otro lado ven mermadas sus capacidades asistenciales debido a su gran número de usuarios.
Habrá que valorar cuáles son las necesidades específicas de nuestro familiar, de cara a cubrir sus necesidades inmediatas para mejorar su calidad de vida.
En principio es importante evaluar los centros para mayores, cercanos al núcleo familiar con el fin de maximizar el contacto y las visitas con la persona afectada. Entre los aspectos a tener en cuenta, es importante valorar la capacidad de ocupación de los centros, y los servicios de los que disponen, ya que si bien los grandes centros poseen Equipos de Terapias No Farmacológicas (tan importantes para ralentizar la enfermedad), por otro lado ven mermadas sus capacidades asistenciales debido a su gran número de usuarios.
Habrá que valorar cuáles son las necesidades específicas de nuestro familiar, de cara a cubrir sus necesidades inmediatas para mejorar su calidad de vida.