La elección de un centro u otro es la siguiente decisión
a tomar, una vez se ha decidido llevar a nuestro ser querido a un Centro para
Personas Mayores. Es importante contar con el consenso de la unidad
familiar, siempre teniendo como objetivo
principal, el bienestar de nuestro ser querido. Ya que los motivos de
ingreso residencial pueden ser desde una demencia hasta una limitación física.
Es importante, en este sentido solicitar el asesoramiento profesional de un
psicólogo experto en psicogeriatría, que conozca el sector y pueda orientarles
durante el proceso, de cara a tomar la decisión más adecuada para la unidad
familiar.
Entendemos por Centros
Pequeños aquellos que tienen un nivel de ocupación adecuado para la
atención de calidad, en torno a 50-70
usuarios. Estos centros normalmente disponen de Servicio Médico, pero
difícilmente encontraremos un Centro de dichas características que además
disponga de un Equipo de Terapias No Farmacológicas (TNFs), a saber:
Psicología, Fisioterapia y Terapia Ocupacional. Si bien es fundamental atender
las necesidades psíquicas y emocionales, tan importantes en el bienestar de la
persona, así como las necesidades funcionales y la rehabilitación física;
dependiendo de la situación específica de nuestro familiar deberemos priorizar
unos servicios u otros, ya que dependiendo del motivo de ingreso resaltaremos
unas capacidades asistenciales u otras, ya
que hemos visto que esta situación, en la que se aúnen los servicios adecuados y
el nivel de ocupación aceptable, es todavía una utopía. Por ello, hoy por hoy, es necesario evaluar el perfil concreto de la
persona mayor y establecer prioridades, ya que una persona con una demencia en un estadio avanzado va a
necesitar fundamentalmente la atención de sus necesidades básicas, como la
alimentación, la correcta actuación médica y farmacológica, la higiene, y el
cuidado. En este sentido sería primordial que el centro disponga de un ratio
de personal auxiliar adecuado, con una formación especializada en atención
a personas con demencia, así como unos valores profesionales basados en
la empatía, la compasión y la sensibilidad, que cubra las necesidades
específicas de nuestro ser querido. La figura del Director/a del centro será
fundamental para fomentar las actuaciones asistenciales de calidad. Por ello es
recomendable concertar sucesivas entrevistas con el mismo, de cara a resolver
dudas acerca de las atenciónes que recibirá nuestro familiar.
Los Grandes
Centros, normalmente son los pertenecientes a los grandes grupos del sector
y, si bien tienen Equipos de Terapias No
Farmacológicas, además de los adecuados Servicios Médicos, tienen el
inconveniente del alto número de usuarios en el centro, (en torno a 150-200) lo
cual muchas veces resta calidad en los servicios asistenciales, ya que los ratios
de personal normalmente son escasos, lo cual impide la atención de calidad
y favorece el “síndrome del quemado” entre los profesionales. Por tanto desde
mi punto de vista, este tipo de Centros son recomendables, cuando la persona mayor que va a ingresar es
independiente, o está en las fases iniciales de la demencia, ya que en este
caso daremos una prioridad especial a las TNFs, proporcionando la adecuada
atención psico-emocional, tan importante para este grupo de edad, así como una estimulación cognitiva, física y
funcional diaria, con el objetivo de mantener
y/o retrasar el deterioro.
Las necesidades básicas de higiene, alimentación y
atención médica, deben ser cubiertas, de cara a la intervención eficaz en las Terapias
No Farmacológicas o Terapias Complementarias.
Un buen centro dispondrá de personal sensible,
sectorización del centro por perfiles cognitivos, así como dotará a su personal
con apoyo psicológico y actividades de formación continua. También es
importante que mantenga una comunicación eficaz y transparente con los
familiares.
También existen los Centros
de Día donde la persona acude al centro por la mañana y regresa por la
tarde. Normalmente disponen de Equipos de TNFs, con o cual realizan actividades
terapéuticas; también disponen de un servicio médico.
En caso que la decisión sea mantener a nuestro familiar
en casa, y teniendo en cuenta los precios de las residencias, también se
pueden plantear acondicionar el hogar para la atención de su familiar. Aunando
en el propio domicilio la atención médica y no farmacológica. Todo dependerá,
como he comentado, de la situación
específica de cada persona.
Puedes comentarme tu caso concreto en:
elena@psicologiaactiva.es
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