jueves, 31 de mayo de 2012


ELECCIÓN DE UN CENTRO RESIDENCIAL.

Cuando nuestro padre o madre con enfermedad de Alzheimer u otra demencia necesitan atención específica y cuidados, que en casa es difícil proporcionar debido a su patología de base, se hace necesaria tomar una decisión. Este tipo de decisión es sin duda complicada, debido a múltiples factores emocionales, o por desacuerdo entre los integrantes de la familia. El sentimiento de culpa a menudo bloquea el tomar la decisión más adecuada para nuestro ser querido.
Es importante tener en cuenta que si el cuidador/a presenta síndrome del burn-out, no podrá cuidar adecuadamente de la persona con demencia, el desgaste puede afectar a todo su entorno. Además no siempre en casa se tienen los recursos adecuados para cubrir sus necesidades (sobre todo en fases avanzadas). Ser objetivos y comprensivos ante este hecho nos permitirá seguir los pasos adecuados para hacer de esta situación un acontecimiento vital menos traumático.
Hoy en día existen Centros de Mayores especialistas en atención a demencias y sensibles a las necesidades de nuestro familiar, si bien es necesario un exhaustivo estudio del que va a ser su “nuevo hogar”.

En principio es importante evaluar los centros para mayores, cercanos al núcleo familiar con el fin de maximizar el contacto y las visitas con la persona afectada. Entre los aspectos a tener en cuenta,  es importante valorar la capacidad de ocupación de los centros, y los servicios de los que disponen, ya que si bien los grandes centros poseen Equipos de Terapias No Farmacológicas (tan importantes para ralentizar la enfermedad), por otro lado ven mermadas sus capacidades asistenciales debido a su gran número de usuarios. 

Habrá que valorar cuáles son las necesidades específicas de nuestro familiar,  de cara a cubrir sus necesidades inmediatas para mejorar su calidad de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario